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Foto: Artur Mikolajewski. |
Gordezuelos polvorones de un gris vermiculado, bataraz; de enormes e insondables ojos negros, enmarcados por párpados encarnados, con pupila que encierra la bola del mundo: así son los pollos del
cárabo, que ya venimos disfrutando, en las parejas más tempranas, desde principios de año.
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