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Foto: Gibe. |
Llego ahora de liberar al erizo que pasó esta noche en casa, para alborozo de las chiquillas, y tras una visita breve a la guardería, donde ha hecho las delicias de los niños, todo risas y expectación ante su primer erizo, y probablemente su primer animal silvestre, visto de cerca. Una de esas experiencias felices que marcan en la infancia. ¡Gracias erizo, corre, busca un zarzal, un hoyo en el ribazo o la hueca de un algarrobo viejo... que viene el frío!