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(Foto: Juan Lacruz) |
Esta mañana, llevando a mi hija a la escuela nueva, a un paseo de cinco minutos de casa, tercer día de clase, tercer cumpleaños; entrando al patio los últimos, me señala el cielo, "mira papi, una águila". Y ahí está, frente a nosotros, cicleando sobre la escuela, compacta y albinegra, el águila calzada... Y "una holmiga", "un calacol", "una flor amalilla", "oto bicho gande"... Nos detenemos con cada uno, ya todos los niños dentro hace rato; nosotros, como siempre, tarde... Y, ¿cómo decirle que nos demos prisa, cuando es aquí afuera, al aire, donde realmente se aprende que en cada bicho, en cada flor está el universo, y la eternidad en el instante?