"Ahí viene el de los prismáticos", parece cuchichear el corrillo de las garzas reales. Y me cuesta reprimir un sonriente "Buenos días"... de tan conocidos al vernos cada día en el paseo matinal por mi área de campeo habitual, lo que los observadores de aves anglosajones denominan el "local patch". A fuerza de ese día a día, termina uno llevándole la vida a a todo el "vecindario": que si las cigüeñuelas ya tienen los pollitos medianos, cuántos tiene cada pareja y cuántos van sobreviviendo, la pérdida de la puesta que sufrió aquella, la cojera que padece el macho de la otra; que ya afina en la pesca el pollo pequeño de la pareja norte de garzas reales; que la focha moruna se quedó de nuevo soltera, sin compañero con quien criar; la primera llegada de un andarríos grande desde sus áreas de reproducción boreales; que ya adiestran los cernícalos del ecualipto a sus pollos en la caza, mostrándoles presas y haciéndose perseguir, mientras que los de la casona vieja andan aún retrasados, musculando alas todavía...
Sí, es una buena idea elegir un lugar cercano, incluso un parque de ciudad, y visitarlo de continuo, anotando la novedades, para darnos cuenta de que son muchas más de las que pensamos, con sorpresas a cada paso, y aprendiendo de pájaros.