¿Qué cualidades son esenciales para la observación de aves? Sin ánimo de fijar un modelo ni tampoco de ser exhaustivo, yo diría que la primera cualidad es disfrutar con ello. Por sí sola, esa es la motivación principal que nos lleva a introducirnos en el maravilloso mundo de las aves, a superar las dificultades que todo aprendizaje comporta e ir creciendo en nuestra afición. Ante todo, un observador de aves es un apasionado de lo que hace.
La segunda cualidad esencial creo que es la curiosidad, la capacidad de hacernos preguntas y la tenacidad en buscar las respuestas. Que sean más las preguntas que las respuestas no nos parecerá un obstáculo entonces, sino todo lo contrario.
Otra cualidad principal, quizá la más importante en estos tiempos, y que debería ser tan consustancial e inherente al observador como el llevarse automáticamente los prismáticos a los ojos al menor movimiento entre las frondas del bosque, es la responsabilidad y el cuidado permanente para evitar causar la más mínima afección a las aves y al entorno con cualquiera de nuestras acciones, tanto durante la observación de aves como en el resto de nuestras actividades. Si además nos implicamos directa o indirectamente en la conservación activa, aunque sólo sea apuntándonos a una asociación ornitológica o de conservación de la Naturaleza, habremos ganado un grado.
¿Y la paciencia, que tanto se repite como fundamental? Sí, es necesaria para determinados estudios, como los de comportamiento, por ejemplo; pero no es imprescindible. Cuando a uno no le apetece esperar a que las aves le pasen por delante, puede ir a buscarlas directamente. Es más, seguramente esto es más frecuente que la realización de esperas, por lo que respecta a la observación de aves.
Tampoco la disponibilidad de tiempo es una limitación absoluta. Siempre se puede volver la vista al cielo, hasta en las situaciones más difíciles. Hay incluso diarios de observadores de aves escritos desde la trinchera de la guerra en que se encontraron metidos, donde una vez más comprobamos la capacidad de la aves, de la Naturaleza, para elevarnos sobre sus alas por encima de lo peor de la condición y las miserias humanas. Quien alcanza esa sensibilidad hacia las aves, sin duda la tendrá también para con el resto de sus congéneres. Eso forma parte también del apasionante mundo de las aves.