Tras el día de tormentas de ayer y con el cielo aún de un gris plata borrascoso, hoy pasan, lentas, plácidas, inmemoriales, las primeras cigüeñas blancas. Y recuerdo los días de fin de julio y agosto allá, en el Estrecho, bajo la sombra de un cielo nublado por los bandos inmensos, inabarcables, de las cigüeñas...