|
(Foto: J.M. Garg) |
Zip-zip-zip-zip, repite el minúsculo buitrón sobre el herbazal de enfrente de casa, con ese vuelo saltimbanqui suyo con el que parece dar puntadas sin hilo, como las que diera un país, un continente, un mundo, que no sabe adónde ni para qué va; o que lo sabe demasiado bien...