¡Qué expectación infantil, ayer, en torno a la cabra que nos pedía más y más hojas de morera, de algarrobo, de lo que fuera! La cabra, las dos ovejas, las gallinas, las ocas... junto al frondoso barranco tupido de almeces y notas de ruiseñores. Recuerdo inolvidable, ya para siempre, de nuestra hija mayor -la segunda todavía es demasiado pequeñita- en la entrañable visita a nuestro amigo Virgilio, compañero de inquietudes ornitológicas (no os perdáis su Blog), y su hijo, Nacho, en las instalaciones de ACTIO, el centro de educación ambiental y turismo rural situado en Alborache (Valencia), que también organiza actividades para la observación de aves.
Esta noche hubo quién soñó con un mundo verde y mágico de pájaros, cabras, ocas y arboledas...
¡Toda nuestra gratitud amigos!
