Comienza la temporada de maratones ornitológicos en distintos países, generalmente una carrera en que los equipos participantes deben contabilizar el máximo número posible de especies de aves durante un periodo de tiempo concreto, habitualmente 24 horas. Normalmente, están permitidos todo tipo de medios de transporte, sin importar los kilómetros que se recorran, para lo cual se vienen empleando automóviles, embarcaciones e, incluso, avionetas para desplazarse de unas zonas a otras ganando tiempo y para conseguir muestrear toda la diversidad de hábitats posible a fin de detectar más especies.
Pero ¿y el impacto que esto representa para el medio ambiente? ¿Basta con un intento de lo que se ha venido en llamar "compensación de emisiones" en forma de donación económica para plantaciones forestales -cuando se hace-? ¿No sería mejor, más justo y congruente con una afición que tiene un importante componente de compromiso con la conservación de la Naturaleza, evitar desde el mismo diseño del evento este impacto ambiental? Aunque en lo particular, viajes y desplazamientos para la observación de aves entren a veces en esta contradicción, una fiesta de celebración de la diversidad de las aves, que congrega tanta participación, no debería entrar en conflicto con el medio que nos acoge.
¿Ideas para organizar un maratón ornitológico respetuoso con el medio ambiente? Y, ya puestos, para sustituir la competitividad (llegan a ser escandalosos los ataques y "trucos" entre equipos rivales) por la cooperación cuanto sea posible. Todo lo que se os ocurra será bienvenido: vjhn1@yahoo.es
