Alcotán: tú no sólo estás cazando ¿verdad? Todo ese despliegue de picados, cintas, puntas y bucles increíbles no es necesario para simplemente atrapar una libélula... ¡Tú disfrutas al volar! Juegas a sacarle todo el partido a esa habilidad aérea tuya de vencejo transmutado en halconcillo de antifaz negro con calzas rojas, de venablo audaz con impensable retorno de boomerang enloquecido pero de trayectoria precisa, impecable... Tú haces arte del volar y lo expones, para quien sepa verlo, en la galería transparente del viento.