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| Foto: Steffen Hannert. |
¿Quedan Picamaderos Negros (también conocidos como Pitos Negros,
Dryocopus martius) en el Sistema Central de la Península Ibérica? ¿Realmente llegó a haber una población estable en las sierras del Norte de Madrid? El viejo Brehm indicó que aquí habitaba esta especie; igualmente lo cita Arévalo y Baca (¿por referencia a Brehm?), indicando también Valencia (provincia) como localidad alejada de la habitual distribución por la franja norte peninsular; y lo señala para el Norte madrileño igualmente Gil Lletget en la primera mitad del siglo XX (¿también por referencia a Brehm?); los únicos datos concretos y fechados son un macho y una hembra cazados para museo en el Hayedo de Montejo de la Sierra en el invierno de 1950-1951 por Bernaldo de Quirós, quien duda que sea una especie residente en la zona, opinando, y recogiendo esta información de un aldeano, que la especie sólo aparece cada varios años, cuando los inviernos fríos las hacen llegar ocasionalmente del norte peninsular. Posteriormente, Noval, a mediados de los años 1970, en su obra general sobre las aves ibéricas indica que "
su presencia en Somosierra, Guadarrama, Gredos y en otras sierras del centro de España, parece bien comprobada y las fechas primaverales de algunas aseguran allí su nidificación en escaso número de parejas". Pero no da datos concretos, y Ramón Sáez-Royuela lo señala en 1980, en su guía preparada pocos años después de la publicación de Noval, como posiblemente extinguido en el Sistema Central. A partir de entonces, sólo existe una cita de un ave vista en la primavera de 1991 en el Puerto de Canencia, y la más reciente observación, por parte de L. M. Carrascal, de un ejemplar el 15 de julio de 2007 entre los puertos de Somosierra y Navafría, en la Sierra de Guadarrama, en amplias repoblaciones de pino silvestre a 1.792 metros de altitud.
Pero también hay otras observaciones ocasionales por otros puntos meridionales de la Península Ibérica: la ya citada de Arévalo y Baca en Valencia, dos en la Serranía de Ronda en Málaga, otra en Jaén, en Talavera la Nueva en Toledo, Serranía de Cuenca y noroeste de Portugal, al menos.
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| Foto: Alastair Rae. |
Estos registros aislados ocasionales indican movimientos de largo alcance por parte de ejemplares de la especie, posiblemente de individuos en dispersión más que por huidas de inviernos fríos (las denominadas fugas de tempero). ¿Es posible que las citas madrileñas, en lugar de referirse a una población residual, incluso las antiguas, se engloben realmente dentro de este tipo de movimientos? ¿Que sean todas aves llegadas de las áreas de cría de la franja norte peninsular? No lo sabemos; tal vez.
Lo más importante ahora es intentar conseguir nuevas observaciones fiables de la especie en el Sistema Central. Y este es el nuevo
GRAN RETO ornitológico que impulsamos desde aquí. ¿Te animas a intentar buscarlo?
LAS PRUEBAS REQUERIDAS:
Anteponiendo siempre la tranquilidad de las aves, evitando persecuciones y hasta la más mínima molestia (cuando nos retiremos las aves deberían permanecer en el mismo lugar, sin haber sido movidas por nuestra presencia), y procurando no difundir públicamente la localización exacta en caso de descubrir algún ejemplar, lo ideal sería conseguir pruebas fiables de la observación, como puedan ser fotos, filmaciones o grabaciones de voz. No obstante, toda información sobre observaciones será bien recibida aunque no haya pruebas.
LA RECOMPENSA:
Las jornadas de campo vividas, la satisfacción de comprobar que aún quedan ejemplares de esta especie en el Sistema Central, y favorecer así el que se realicen investigaciones más amplias que permitan esclarecer su situación y, en su caso, sus necesidades de conservación. Y, para animar un poco más la búsqueda:
quien lo encuentre y aporte las fotografías u otras pruebas, recibirá un lote gratis de libros de aves publicados por Tundra Ediciones, sello editorial especializado en Historia Natural, que patrocina este
GRAN RETO.
Para ello, habría que enviar las fotos u otras pruebas y los detalles de la observación a
vjhn1@yahoo.es pero también recomendamos que se envíe, en cualquier caso, al
noticiario ornitológico de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y al
Anuario Ornitológico de Madrid.
¡Buena suerte!
