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Foto: Pete Toscano. |
Recordándome mis viajes por las sabanas tropicales de Sudamérica, ahí está Harry, el forastero, en una de sus atalayas favoritas, un árbol muerto que domina sobre el humedal, desde que lo registramos por vez primera en el Marjal de Almenara (Valencia-Castellón) el 14 de marzo de 2005. Hoy mismo me ha vuelto a sobrevolar, dándoles un susto a los patos y las garzas, y ya va para más de seis años y medio que se asentó aquí. Al principio, aún mantenía las pihuelas, las correítas de cuero de su pasado cautivo cetrero; pero pronto la intemperie y los elementos le libraron también de ellas. Desde entonces, aquí vive, en solitario, este Harris Hawk, Busardo mixto o
Parabuteo unicinctus de la subespecie
harrisi, originaria de la América del Norte y Central con divagancias hacia el sur. Harry se alimenta bien de aves acuáticas y pequeños mamíferos, también de carroñas; y, ya que tampoco puede hacer otra cosa en su soledad de "único" mohicano, interactúa agonísticamente -es decir, se dan caña entre sí- con las rapaces locales, águilas calzadas, ratoneros, cernícalos, aguiluchos laguneros, cenizos y pálidos, e, incluso, resultó chocante verlo pelear, en alguna ocasión, con esa rareza del Este de Europa que es el aguilucho papialbo.