Tal que así...
Ando sumergido en la chopera, a la que ya septiembre arranca las primeras hojas, anotando indicios de presencia de los pájaros carpinteros.
El trabajo fino, a cincel, del pito real. Una boca de nido no terminado.
Y uno de esos árboles clave, previamente atacados por los escarabajos de la madera, que los pájaros carpinteros han horadado por completo en busca de los nutritivos gusanos y que además son usados como "estaciones de telégrafo" desde donde mandan sus mensajes a través del tamborileo. El telégrafo de los bosques...