1/11/2015 ¿Has visto esas mallas o redecillas que vienen como envoltorio de ajos, cebollas, monedas de chocolate y otras verduras y golosinas varias? Con suerte (y conciencia), hasta ahora habrán ido a parar al contenedor del reciclaje...
Os propongo un destino nuevo: reutilizarlas en forma de comedero para aves. El método es tan simple como rellenarlas con la comida adecuada. En las que los agujeros de la malla son más grandes podemos poner cacahuetes pelados crudos, pipas de girasol crudas sin pelar o bien bolas de sebo de las que venden en comercios especializados o hechas por nosotros mismos (ya hablaremos por aquí de esto último). En las de malla algo más fina podemos poner pipas de girasol peladas crudas. Y en las de agujeros menores, granos más pequeños, como avena pelada, por ejemplo.
A continuación atamos un cordel al extremo superior abierto de la malla, de forma que nos sirva tanto para cerrarla como para usarlo de colgador. Y ya tenemos los comederos listos. Ya podemos colgarlos de una rama en el jardín, en la terraza, en un parque o en el campo, o bien de una viga o la parte exterior de un porche o un balcón; incluso directamente clavarlos en una pared. En cuanto las aves los descubran, que puede ser de inmediato o tardar varios días, seguro que se aficionan a acudir con asiduidad. A partir de ahí es sólo cuestión de ir rellenándolos. ¡Suerte!
MÁS consejos sobre comederos y alimentación de aves AQUÍ.
Y más temas sobre OBSERVAR LA NATURALEZA en: http://www.victorjhernandez.com/observar-la-naturaleza/
¿Cómo identificar las aves que acuden al comedero? Por ejemplo con la pequeña guía de Aves de parques, pueblos y ciudades, que hemos hecho entre Francisco Hernández (ilustraciones) y yo, que puedes recibir en casa por sólo 4,50 euros y con los gastos de envío gratis pidiéndola en: www.tundraediciones.es
