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¿Que ya has visto esa especie anteriormente? ¿Y sólo por eso no la vas a mirar más? Precisamente, ahora que ya la reconoces, comienza lo más interesante: puedes profundizar en la identificación y ver si es posible saber si es macho o hembra, su edad o, incluso, la subespecie a que pertenece. Y, sobre todo, disfrutar observando su comportamiento, relaciones y comunicación con otros congéneres y otras especies, de qué y cómo se alimenta, sus costumbres de cría, cómo usa su territorio, su ciclo diario y anual, etc. ¿Que prefieres tachar figuritas nuevas en la guía como quien colecciona sellos? Es otra opción, pero sé de quien vuelve completamente deprimido a casa de sus viajes cada vez más lejanos porque no pudo ver ninguna especie nueva, pese a los impresionantes paisajes en los que estuvo y las grandes oportunidades que había allí para aprender más sobre las aves que ya había identificado alguna vez...
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