|
(Foto: Andreas Trepte) |
Caen ya las hojas, marchitas de otoño avanzado, sustituidas pasajeramente, aquí y allá, por los pájaros del invierno. Los bandos de zorzales, expertos fugitivos de las miradas, se delatan con sus reclamos de alarma típicos: por todo rastro de arboleda, ese latido optimista del zorzal común. Se expondrán ahora en los claros de hierba húmeda, tras la lombriz y el caracol; visitarán parques y jardines, disputándoles la jerarquía en los
comederos a las aves residentes: que no les falte el gusano de harina, las pasas, incluso alguna pera o manzana. Y que, ojalá, el disparo, la trampa, el mal corazón, no quebranten más el retorno primaveral de tantos moteados invernantes alados a sus tierras de origen.
Para saber más sobre el zorzal común:
FICHA ENCICLOPEDIA SEO
IMÁGENES