Hoy han informado desde el BTO (British Trust of Ornithology) que Santa Robin sigue vivo. El petirrojo con aspecto de Papá Noel, por la mancha blanca en forma de barba sobre la característica garganta rojiza de esta especie, que se hizo famoso en las navidades de 2012, cuando fue observado por primera vez en Derbyshire, Inglaterra.
Ya entonces, a esas alturas del año, había conseguido estar entre el 40% de petirrojos que consiguen sobrevivir a su primer año de vida. Estas son sus terceras navidades, así que ya supera la edad media que alcanzan los petirrojos en la Naturaleza. Una supervivencia que llama la atención en un ave que presenta esta "aberración" cromática (leucismo), precisamente en el centro de la principal señal de comunicación visual de la especie. ¿Habrá influido en su vida social? Posiblemente no demasiado, pues, como saben quienes conocen bien a este pájaro, basta un pequeño puñado de plumas rojas para desencadenar las respuestas que esa señal promueve entre sus congéneres. Y Santa Robin puede presumir, además de barba, de un buen babero rojo.
