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| Foto: Keven Law. |
Se les hacen bienvenidas y festivales a las grullas, a los ánsares, a los buitres y otras grandes y emblemáticas aves... Yo le dedicaría uno al petirrojo. Puede que no se le eche de menos donde reside todo el año, pero en las tierras bajas litorales, donde está sólo de paso y de invernada, donde hace tan sólo unas semanas que se escucha el latido de su reclamo en la enramada de las tardes, para ser muy pronto omnipresente, hasta que llega le falta algo al campo -que se nos antoja importante- para quien tiene la sensibilidad de reparar en esta humilde avecilla de los bosques y sotos.
¡Bienvenido petirrojo!
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